Cuando mi hijo cumplió 18 años
Cuando mi hijo cumplió 18 años, también llegó a ser realidad el sueño de su vida, es decir, al recibir el pasaporte y la libertad deseada, él consiguió la posibilidad de convertir los musculos en su vientre en verdaderos cuadrados de acero. Claro que practicar el deporte es una cosa muy buena, pero en nuestra época ya no es suficiente, por lástima, y uno no puede pasar sin alimentar sus músculos con los estimuladores determinados.
Para iniciar la estimulación de su masa muscular mi hijo decidió tomar Stanozolol. En la tienda espealizada, cuando él compraba este esteroide, el vendedor que resultó ser un perito en ese tema, le dio una consulta bastante competente. El entrenador de mi hijo que antes era deportista verdadero y las numerosas fotos del cual con las copas de premio lo demostraban evidentemente, explicó a mi hijo que si uno quiere llegar a ser un deportista, tiene que tratar las cosas referentes muy en serio. Lo principal es que antes de tomar cualquier estimulador es necesario obtener la información máxima sobre él.
Stanozolol, otro nombre del cual es Winstrol, es un esteroide de muy alto grado de eficacia. Se usa en forma oral o en inyecciones. Por supuesto, que las inyecciones son mucho mas efectivos y los atletas prefieren precisamente esa forma de uso. Es que Stanozolol está hecho a base de la solución de agua y lo saben hasta los alumnos de la escuela que cualquier sustancia química se absorbe y se disuelve mejor en el agua que en el óleo.
Los intervalos entre las inyecciones debe indicar el doctor. Las inyecciones hacen con frecuencia y según el esquema concreto. La causa de eso consiste en lo que la desintegración del elemento quimico es muy rápido, pero el efecto no es prolongado. Toda la ventaja de ese esteroide se hizo notable al pasar un mes. Es verdad que durante ese tiempo mi hijito se alimentaba exclusivamente con los alimentos de proteína, pero sus músculos se hicieron duros y elásticos y no sólo a la vista sino también al tacto. Este hecho le dio un impulso para entrenarse no solo por las mañanas sino también por las tardes. Tambien empezó a correr las distancias cortas, un kilómetro allí y para atrás, y como resultado el cuerpo de mi hijo se hizo magnífico y me daba placer contemplarlo.
Pues, no es peligroso tomar los anabólicos si uno se alimenta de una manera equilibrada y observa con atención los síntomas de su organismo. Pero si hay dolores de cabeza o espasmos musculares entonces, sin duda, hay que pedir consulta a un especialista. Mi hijo evitó tal tipo de molestias. Pero el marido de mi colega no tuvo suerte. El compró tres ampollas de 5 mililitros cada del “mercado negro” por un precio barato y tuvo en consecuencia muchos problemas de salud, ya sin hablar del resultado que deseaba.Después nos explicaron que el producto comprado por el marido de mi colega era falso porque el Winistirol original se vende en las ampollas de 0,5 mililitos. Al final un consejo: tened cuidado porque se puede encontrarse con la gente pícara que desea aprovecharse de su deseo hacerse más sano y fuerte.