AMATEUR DE BAILES DE TORONTO.

23.07.2012 18:42


Por primera vez oí de los esteroides cuando empecé a practicar el deporte en la sala de gimnasio.
Entonces yo era muy joven y sin ninguna experiencia, lo que leía no me ponía en claro sobre el
tema de esteroides, pero yo tenía muchas ganas de parecer a aquellos atletas que aumentaron su
masa muscular haciendo inyecciones y los cuales miraban con cierto desprecio a mis 80 kilos.
Los estudios en el colegio no me iban bien, por eso empecé a trabajar lavando los coches. El
dinero que yo ganaba me alcanzaba para la sala de gimnasio, un apartamento barato y hasta una
parte de dinero podía ahorrar.
A veces yo iba al club para bailar. Sí que los bailes eran mi afición. Miraba con envidia a los
muchachos que eran peritos en la pista de bailes, les miraba y pensaba que nunca podría llegar
a ser así como ellos: fuertes, ágiles, musculosos y anchos de hombros.Me parecía que ellos lo
tenían de todo: dinero, coches, chicas hermosas... Y a mí no me tocaba más que lavar los coches
de otras personas y yo no sabía nada que fuera de mí el día siguiente. Aunque siempre tenía
mucho trabajo, pues por nuestra ciudad Mississauga que está cerca de Toronto pasaban muchos
coches, por eso nunca estaba con los brazos cruzados. A pesar de eso no dejaba de pensar en el
cuerpo musculoso de atleta y por fin me decidí a probar esteroides.
En el salón de bailes mucha gente tomaba Metandrostenolon o como lo llamaban en
breve “metán”. Yo también empecé a estimular el aumento de la masa muscular con ese
anabólico. La causa principal de mi opción y preferencia fue lo que eran pastillas y no
inyecciones y lo que es, por supuesto, mucho más agradable.
Además por el salón corrían rumores de que las inyecciones pueden provocar dependencia
semejante a la narcomanía. Claro que yo no quería obtener tal probema. El otro motivo
importante por el cual yo escogí “metan” fue su precio que relativamente no era muy caro.
Metandrostenolon es un esteroide que estimula los cambios del fondo de hormonas en el
organismo humano. Después de pasar el curso de la toma de ese anabólico es necesario tratar
con el objetivo preventivo el hígado tomando medicinas correspondientes. Así mismo para
mantener la masa muscular obtenida hace falta tomar las medicinas de potasio y calcio. Son
posibles otros gastos también que van a entrar en el costo común del tratamiento con esteroide.
Pero me alcanzaba dinero para permitírmelo.
Desde aquel entonces en mi vida empezaron a suceder unos cambios importantes. Al pasar
unos meses yo parecía una “máquina”, mis músculos crecieron de forma considerable, ellos se
hicieron más firmes y yo empecé a llevar las camisetas ajustadoras.
Como yo trabajaba al aire libre y bajo el sol la piel de mi tronco se bronceó. Las chicas de los
coches que pasaban empezaron a prestarme atención y yo notaba que mi cuerpo provocaba en
ellas un interés vivo. Dentro de la mitad del año entendí que debo cambiar de actividad. Después
de una fiesta en el club me ofrecieron bailar en la pista de baile. Por supuesto que me sentía
muy emocionado pero cuando salí a la pista, entendí claramente que eso fue la realizacion del
sueño de mi vida porque los bailes eran mi pasión y con el tiempo yo logré en ese tema grandes
resultados.
Bailando empecé a ganar mucho. Hoy día soy propietario de la sala de gimnasio y del salón de
bailes. Ellos son el sentido de mi vida. Ahora mi lugar preferido es New York. Tengo suerte de
vivir aquí y es una ciudad formidable con muchísimos clubs, discotecas, etc. Pero como antes a
mí me gusta volver a mi ciudad Mississauga. Sigo perfeccionando mi pericia en los bailes y trato
de dominar las nuevas cumbres.
Ahora mi sueño consiste en la participación en las competencias internacionales de baile,
además yo quiero establecer mi propia escuela para enseñar a la generación joven la cultura de
baile
. Para promover mis ideas estoy capaz de todo y sigo avanzándome hacia su realización.
Pero si un día yo no decidiera perfeccionar mi cuerpo y cuidarlo, no podría lograr todo lo que
tengo ahora.

 

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